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EL ARTE DE LA ESPERA

Por norma, el último juego de un torneo regular es de encargo, salvo un partido que defina una posición donde la perspectiva cambia. El cierre de temporada es el adiós de la competencia y para otros es un choque de preparación y prevención de lesiones, de ajustes y esquemas, en ruta a la siguiente etapa: los Playoffs.

Bajo esa tesis, el encuentro Arecibo-Manatí del pasado jueves no era uno de gran relevancia. Los Capitanes clasificados sin variación en su puesto y en conciencia de una futura serie frente a Guaynabo, y los Osos a 40 minutos de cumplir el calendario en un año donde sólo ganaron 11 de sus salidas. Fue una fácil victoria, 107-80, donde los suplentes, la llamada segunda unidad, en ambos equipos, sudó como nunca en la campaña.

Y sin importar las circunstancias ni el rival, cada partido teje una historia. Sí no pregunten a Brandon Boyd, que con 33 puntos, 7 triples en 9 lances, 7 rebotes y 6 asistencias, validó la trillada pero irrefutable frase de que “en el banco nadie se destaca”.

En un conjunto que está sólido en la retaguardia con jugadores de bagaje internacional en Walter Hodge, Denis Clemente, Víctor Liz, y un Christian Pizarro en ascenso, no es tarea fácil para un atleta de poca experiencia en el profesionalismo, sentar a uno de éstos y ganarse la confianza del entrenador de turno. En tal caso, sólo queda esperar por el momento adecuado y dejar que su talento se haga evidente como la página gloriosa que escribió en Manatí.

El base de 6’1”, en su tercer año en uniforme de Arecibo, acentuó en el día final, en el juego 36, qué hace rato está capacitado para aportar al equipo y sumar minutos de calidad en cancha. Es cuestión de una oportunidad real, de una mayor certidumbre en sus destrezas…

Brandon Boyd calificó de “bendición” los consejos de Walter Hodge para mejorar su juego en cancha.

Brandon Boyd, nacido en Valencia, California, fue escogido por Arecibo en el quinto turno de la segunda ronda del sorteo de jugadores de nuevo ingreso del BSN en enero de 2020 tras media 12.8 puntos por juego en la NCAA.

En una interesante entrevista, el atleta de 26 años expresa lo que representa vestir la camiseta de una franquicia de tradición ganadora como Arecibo y cuán presto está para el llamado al tabloncillo.

PR: Has estado aquí tres años, básicamente cuatro, pues perdiste una temporada por una lesión en la rodilla, y no has tenido el chance de jugar mucho. ¿Qué pasa por tu mente al ver el juego desde el banco y sentir que puedes contribuir al equipo?

BB: Tengo una rutina que aprendí de los veteranos de este equipo y es esperar el turno. Hay cosas que no puedes controlar. Yo debo estar listo para cuando el Coach me llame; de eso se trata. Uno no sabe cuándo te tocará jugar y lo importante para mí es, una vez en la cancha, hacerlo bien, dar todo lo que tengo y ayudar a los Capitanes a ganar.

PR: ¿Cómo te acostumbras a ser un jugador suplente cuando en colegio (Idaho State y California Baptist) iniciabas la mayor parte del tiempo y aquí es de vez en cuando?

BB: Venir a Puerto Rico y no saber si vas a jugar o no, es algo fuerte, tú sabes. Pero, estoy mentalmente preparado y acepto el reto. Siempre hago mi rutina es como si fuera a jugar 30 o 35 minutos. No hace mucha diferencia en mi enfoque del partido, pues lo importante (reitera) es que cuando se diga mi nombre, me toca jugar duro y hacer lo que dicte el partido.

PR: ¿Cuándo Capitanes te seleccionó en el Draft, qué pensaste, lo esperabas?

BB: Me sorprendió. Ni sabía que mi nombre estaba en el Draft del BSN. Sé que soy puertorriqueño, porque mi abuela era de Ponce. Cuando Arecibo me escogió llamé a varias personas y me dijeron que los Capitanes era una de las organizaciones del tope, de gran reputación en Puerto Rico, y me alegré bastante.

Nota al calce: La abuela, Olga María Modesto Muñoz, del Reparto Villa Alegre de Ponce, fue quien sometió los documentos necesarios para que Brandon fuera elegible al Sorteo de Nuevo Ingreso. El sueño de ver a su nieto como jugador en la Isla, no se pudo completar, pues ella falleció en 2021, según nos comunicó Henry, padre del número 25 de Arecibo.

PR: ¿Conocías algo de los Capitanes o del BSN como liga antes del Draft?

BB: La gente me decía -yo soy de California, recuerda- los Capitanes son los Lakers del BSN, con una rica tradición, varios campeonatos, y ese tipo de cosas. Me sentí bien y pensé que encontré un buen hogar en Arecibo y así ha sido.

PR: Aquí eres una cuarta opción como armador, detrás de Walter, Clemente, etc.

BB: Lo sé, es como cuando jugué en los primeros años de colegio; había otros antes que yo. Aquí veo y participo de unas prácticas tipo MVP. Es una bendición estar con jugadores de experiencia, entender cuán en serio es el entrenamiento para ellos, que ayudan a los más jóvenes a ser mejores jugadores. Además, estoy aprendiendo del mejor ‘point guard’ de la liga…

PR: ¿Walter Hodge?

BB: Sí, y de Christian (Pizarro), que pasan tiempo conmigo y les estoy agradecido.

Tras los 33 puntos y el 9-7 en triples, Boyd recibió la felicitación del apoderado José Manuel Baeza.

PR: Imagino que Hodge te ha dicho algunas cosas sobre tu juego…

BB: Sí. Walter me da buenos consejos en la lectura del juego, en la preparación física y mental; sobre jugadores del otro equipo; ese tipo de cosas. Siempre me recuerda que debo estar para ayudar, dar el máximo y producir para el equipo.

PR: En verdad, demuestras cierto carácter y fortaleza mental, pues todos quieren jugar bastante. Hubo una etapa del torneo, que durante las lesiones a varios canasteros, te dieron más minutos de juego, luciste bien, pero después se regresó a la rutina de siempre.

BB: ¿Quién no quiere jugar por 30 o 40 minutos en todos los partidos? Es una afirmación (testament) de las cosas que hice en la pretemporada y la rutina diaria. Eso me hará ganar más tiempo en la cancha, pero depende de mí, ser consistente y aprovechar las oportunidades.

PR: Hay confianza, eh. Vas a ti…

BB: Voy a mi (dicho en español y sonríe). Confío en mí, trabajo duro en las prácticas, aprendo, observo, y cuando estoy en el juego, creo en mis habilidades. Lo que deseo es producir para el equipo y sí lo hago bien, todo encaja perfecto.

PR: Tu eres, como comentario final, un bateador emergente (pinch hitter) en el béisbol. Entras en el momento difícil y sin jugar mucho se espera que pegues un tablazo.

BB: Cuando el Coach me dice” Boyd entra”, debo estar “ready to go”. No importa que sea un minuto, varios segundos, lo que sea. Y hacer que esa espera de cada partido para escuchar mi nombre tenga un significado positivo para el equipo. Eso es lo que cuenta…

Fotos CapitanesArecibo@sanderrust