Centrado y en paz

David Huertas llegó sudado a la cita, a la entrevista programada para este portal. Estaba lanzando al canasto desde diversos ángulos como acostumbra mucho antes de la práctica formal del equipo. Siempre arriba temprano al Coliseo Manuel Iguina Reyes y se ejercita en el camerino, después entra a lo suyo en el tabloncillo. Ayer no fue la excepción. Pero, al verme y saber que estaba a la espera, tomó un descanso para responder preguntas. Esta es la primera de dos partes de esa charla…

David Huertas está consciente que el adiós del juego se acerca; dentro de tres o cuatro temporadas, según su criterio. Por cumplir 36 años en junio, y en su torneo 15 del BSN, el exintegrante del Equipo Nacional valora cada momento de cancha como si fuera el último. Está enfocado en ganar la cuarta sortija en uniforme de Arecibo lo antes posible. Hay razones de sobra…

Sus primeros cinco partidos revelan que todavía queda básquetbol de alto nivel en Huertas y zapatillas que gastar. Promedia 15.6 puntos y 29 minutos con un 82% en tiros libres. La defensa es constante y un activo de esfuerzo en su maleta.

No obstante, lo que llama la atención, es que se palpa un cambio notable en el número 33 de los Capitanes. Exuda vitalidad como atleta, un aspecto harto conocido por la pasión e intensidad en su desempeño, pero a su vez irradia cierta paz fuera de la cancha; una contraposición entre responsabilidad y armonía, un Huertas en calma y con un norte definido…

“Estoy centrado en lo que es la familia, en Dios y en mi trabajo. Tengo una hija de tres meses y otra de 13 años y cuando Dios te bendice tanto en este deporte y en muchas cosas que tú amas, alcanzas un punto de madurez y paz que ves la vida de otra manera”, enunció Huertas previo al entrenamiento de ayer lunes.

“Cuando uno es joven quiere hacer tantas cosas, de aquí para allá, y esa energía que yo tenía, buscaba cómo gastarla. Ya no soy tan joven dentro de la cancha -sí soy joven en la vida- (sonríe), pero estoy concentrado en cosas importante, enfocarme en hacer las cosas bien y conseguir otro campeonato”.

Oriundo de Humacao, Huertas reconoció que alcanzar esa sabiduría “fue un largo proceso” ante los innumerables escollos de la travesía en y fuera de Puerto Rico.

“A veces el camino te desenfoca con distracciones después del juego y llega un punto que chocas con la pared y te tienes que levantar, sobreponerte a todo”, apuntó sin entrar en detalles.

“Gracias a Dios que hay amistades que te ayudan, la familia, tu pareja, gente que te quiere y te da ánimo. Hoy me siento en paz conmigo mismo, con paz mental en la cancha. Eso se refleja, se proyecta”.

David Huertas desea conquistar otro campeonato para Arecibo. Hay razones de sobra para ello…

Huertas debutó en 2002 con Caguas cuando apenas tenía 15 años y amasó 27 puntos en nueve partidos. Posteriormente marchó a estudiar en Estados Unidos y no fue sino hasta 2009 que Quebradillas, que era la franquicia de los Criollos, le recluta para eventualmente asentarse en la liga y ser uno de sus estelares jugadores de las pasadas dos décadas. Durante ese tiempo fue una importante pieza en el Equipo Patrio.

Ahora ese caudal de vivencias en el baloncesto local e internacional desea extenderlo como legado a los canasteros noveles de Arecibo. Trata de incentivar a la nueva camada como un modelo a imitar: “soy de los primeros en reportarme al Coliseo y de los últimos en salir”…

“Estoy en una etapa diferente en mi vida como veterano del juego. Tenemos jóvenes que quiero que sigan mi ejemplo. Que trabajen duro, que lleguen temprano, que sean responsables. Que para ganar un campeonato hay que hacer todo eso con disciplina diaria”.

Al insistir en lo de campeonato, la conversación giró a la sobrada experiencia del colectivo donde cinco componentes superan los 35 años. ¿Están los Capitanes obligados a ganar un campeonato dada las expectativas de edad? ¿Ese núcleo se mantendrá unido por cuánto tiempo?  Preguntas para las que Huertas tuvo respuestas…

“No me gusta usar la palabra obligación, pero sí nos sentimos así. Estamos en los últimos años de nuestras carreras y creo que, a pesar de la edad, estamos en una muy buena condición física y sabemos cómo ganar”, acotó el alero de 6’5”.

“En el equipo hay piezas jóvenes, refuerzos que nos van a ayudar muchísimo (Paris Bass y Aaron Harrison). Para nosotros es importante mantenernos saludables durante la temporada, seguir mejorando día a día y enfocados en un campeonato para Arecibo. Esa es la meta”.

Mañana Huertas expone lo que significó su pase de Quebradillas a Arecibo y lo que proyecta cuando llegue el momento difícil del retiro. Esté pendiente.