A nueve años del canje

Segunda parte de charla con David Huertas donde habla de su llegada a los Capitanes de Arecibo y analiza su eventual retiro del básquetbol, aunque todavía le queda bastante por jugar…

En octubre de 2014, David Huertas llegó a Arecibo de la manera menos sospechada: vía cambio por Edwin Ubiles y Shabazz Napier, más consideraciones económicas. Un pacto lacrado entre los apoderados Luis Monrouzeau de Arecibo y Felo Rivera de Quebradillas; canje que necesitaba la urgente revisión del BSN ante la magnitud de los jugadores envueltos.

Napier era selección de turno primario por Charlotte en el Sorteo de la NBA y había dudas de su participación en la Isla. De paso, nunca ha jugado en el BSN, aunque vistió la chamarra patria. Mientras, Ubiles jugaba en Israel y se desconocía cuando se reportaría al Guajataca.

Luego de una semana de deliberaciones, el director de torneo del BSN a ese entones, Fernando Quiñones, dio el visto bueno al traspaso. Las reacciones entre los seguidores Piratas, desprovistos de su mejor jugador en Huertas, fueron devastadores contra Rivera, quien atravesaba por serios problemas económicos en la operación de la franquicia; un móvil para para gestar la permuta.

Tanto fue el impacto y la controversia de la transacción, que en diciembre de ese año, Felo decidió traspasar el equipo a Manatí. Posteriormente, en un cónclave el BSN designó a Carlos Rodríguez como regente de un nuevo equipo en Quebradillas para la temporada de 2015.

Y mientras esto acontecía, David Huertas jugaba en México y a la distancia supo que ya no era Pirata sino Capitán. Un evento traumático al conocer la noticia a través de los medios noticiosos, pero que no está en su presente, a menos que se lo recuerdes…

David Huertas, en foto de archivo de 2014, mientras jugaba con los Piratas de Quebradillas.

“Ha pasado tanto tiempo ya que uno se olvida que jugué de otra franquicia, pero sí estuve seis años en Quebradillas y lo que recuerdo era de la rivalidad contra Arecibo”, expresó un reflexivo Huertas en un aparte de las prácticas.

“Al principio se me hizo bien difícil mentalmente, y para el fanático también, verme en otro uniforme fue un poquito complicado. Pero, Don Luis (Monrouzeau) y los compañeros de equipo lo hicieron mucho más fácil. Además, estuvimos cuatro o cinco años en Series Finales y uno se acostumbra a ganar, uno siempre quiere estar con un equipo campeón y aquí se hizo posible”

Con paradas de refuerzo en Francia, México, Israel, Argentina, Venezuela y Uruguay, Huertas no siente sino agradecimiento a la gerencia de los Capitanes por la forma en que le han correspondido y el aprecio de los seguidores.

“Jugar de una franquicia como esta es otra cosa. Tener tres campeonatos aquí son memorias que nunca olvidaré; momentos grandes con grandes compañeros”.

Al retraer la conversación del trueque de 2014, Huertas reiteró que “fue un shock”.

“Nadie lo esperaba. Yo estaba jugando con los Halcones de Veracruz; Eddie Casiano era mi coach. Y de momento leo una noticia que decía que me habían cambiado a Arecibo y digo; qué pasó aquí. Pero, creo que fue de las mejores cosas que me pasó, llegar a esta franquicia y lograr tantas cosas bonitas”, acentuó.

Reflexiona sobre su adiós del básquetbol

Obviamente, con 15 años de jugador elite y por cumplir 36 años en junio 36, el tiempo del retiro está bajo consideración. El Huertas de hoy exhibe una gran condición de juego y por su estándar, todavía queda mucho por sudar. Dedicó 12 semanas -de lunes a sábado- en la preparación física para la campaña del BSN tras concluir su participación en la liga uruguaya.

“Me gustaría jugar hasta los 39 ó 40 años; tres o cuatro temporadas más sí el cuerpo me lo permite. Ese sería el número perfecto y tratar de sacar un campeonato para Arecibo”.

Huertas dedicó 12 semanas en preparación física para la temporada BSN después de concluir en Uruguay.

A 140 puntos de Bill McCadney (3,229) en uniforme arecibeño y a cuatro triples para superar a Wilfredo Pagán en la lista histórica del BSN, Huertas no tiene metas de números sino de conquistar títulos hasta que llegue su salida de la cancha.

“Leo de esas cosas en las redes o alguien lo menciona, pero no le presto mucha atención. He sido bastante bendecido en estar saludable por tantos años. Lo primordial aquí es el equipo Capitanes de Arecibo. Yo pongo mi parte, mi granito de arena al igual que mis compañeros para tratar de lograr campeonatos”, acentuó.

Finalmente, Huertas pondera seguir activo en el juego a su retiro, sea como entrenador o en trabajos administrativos.

“Estoy en punto de mi carrera donde sé que puedo aportar algo al baloncesto. Me gusta ayudar a mis compañeros a entrenar, hablarles sobre el análisis del juego”, dijo.

¿Cuán exigente serías como director técnico?

“No como Coach solamente, en lo que me toque. Sea de entrenador, gerente, preparador físico, en  lo que sea, seré exigente conmigo. Es la única manera de lograr grandes cosas, ser disciplinado y estar enfocado en lo que haces”, concluyó.