Que venga el tercero

Un partido Quebradillas-Arecibo no necesita de tiempos extras para provocar mayor adrenalina ni palpitaciones exageradas en el corazón. El de anoche no fue excepción. A los Piratas, en su guarida, les era necesario -casi obligado- derrotar a su coexistencia de cancha. Un revés hubiera sido funesto, un tropezón inesperado ante su gente y un rascar de cabeza perecedero…

El primer duelo fue uno a muerte; extenuante y voluble. En doble reloj complementario, Arecibo se alzó con la victoria, 93-91. Ayer no hubo necesidad de sudar por más de 40 minutos. Un triple de paso atrás (step away) de Tyquan Rolón a tan sólo 39.1 segundos para el cierre, selló la suerte de Pachy Cruz y su grupo.

Sí, Capitanes tuvo opciones de empate o triunfo en el tiempo sobrante, pero se quedó corto. La última jugada -la que muchos dicen define el juego- estuvo en las manos de Aaron Harrison que lanzó a distancia y el resto ya ustedes lo conocen…

Ningún juego, no importa la disciplina, se decide en el último turno, patada o lance, aunque parezca así de sencillo. En el proceso hubo jugadas, errores, intangibles, violaciones y más, que cambian drásticamente el esquema de un partido. Entre las X y O del baloncesto, muchas cosas surgen fuera del control del colectivo, del entrenador e incluso del atleta.

Quebradillas ganó en buena ley, conste; decir lo contrario es mera justificación. Los 19 puntos cedidos por Arecibo en errores de manejo o pase, el 18-16 en tiros gratis o fortuitos, y los 16 tantos fuera de presupuesto entre Carlos Emory y Melsahn Basabe lograron ser significativos, adjunto a los siete (7) de Bebo Colón; todos en la segunda mitad

La contribución de la dupla Hassan Whiteside y Brandon Knight volvió a ser de altura. El primero capturó 17 rebotes (9 ofensivos) y aportó 22 puntos, y el otro sumó 22 al marcador.

Por Arecibo, Paris Bass fue la figura central del ataque con 31 puntos; tres (3) menos que en el desafío anterior.

Y aunque resulte ilógico mencionar en una derrota, Capitanes dominó por 28:32 minutos por tan sólo 6:04 los Piratas. Aquí aplica y refiero en su contexto, la conocida terapia Gelstat de 1912; la teoría de la organización perceptual: “el todo es más que la suma de las partes”. Es decir, al sumar las partes emergen elementos que por separado no se perciben…

Buena cortina de Devon Collier para pinchar a Brandon Knight y permitir que Walter Hodge se fuera en escapada al canasto.

Pero e independiente de su insignia predilecta, todos concurren fue un gran juego de baloncesto, de rápido palpitar, de quebrantos en las gradas, de faltas ocultas que muchos vieron y otros no, de 19 cambios de delantera y nueve empates, tiros discretos, mucha energía en la defensa y la pérdida continua de preciadas posesiones de balón…

Sí bien es cierto que un resultado no hace una temporada, por temprano sea, también es válido consignar que un encuentro de la fase regular no te hace Campeón. Los títulos se ganan en la Serie Final. Es ahí donde se define el carácter y la experiencia. Y para ello hay trayecto que recorrer.

Una victoria del momento no refleja ni dicta el futuro, aunque cada acierto produzca una celebración de independencia. El que pierda siempre irá lloroso a su casa y si es de visitante el camino se hará más pesado y lejano; salir del tapón no será fácil. Y el ganador, imagine usted, ni se diga: bocinazos, banderas, algarabía. Lo único que falta son fuegos artificiales; así es la cosa…

Piratas y Capitanes, una historia de éxitos, fracasos, encontronazos, epítetos, excelencia en el tablero, bulla y guerra deportiva. Una riña legendaria entre generaciones…

Capitanes y Piratas se aborrecen y respetan ante el poderío de sus fuerzas. Son aceite y vinagre, no mezclan, pero son un complemento vital de una ensalada que a bien saborea el BSN. Y lo común: cancha llena en cada encuentro.

Dos juegos, serie empate, la misma cantidad de puntos anotados (179) y cada cual defendiendo su localía. Qué más se puede pedir sino pensar en el tercer choque: domingo 23 en el Guajataca.

Mientras, Arecibo visita a Fajardo el miércoles 12 de abril; recibe este domingo 12 a Ponce Leones (6:00 p.m.), el miércoles 19 a San Germán y el 21 devuelve la vista a los Atléticos, para entonces meterse en la riña que gusta, en el picor que deleita, ante Quebradillas, tercera edición. Un juego que usted no se debe perder, no importa lo que diga el Standing…